Lo sabemos. La palabra “control” suele generar un escalofrío a quien la lee. En la mayoría de los casos ni nos gusta controlar ni ser controlados. ¿Pero qué significado real tiene el término “control parental”?
En artículos anteriores, hicimos hincapié en cómo educar a los niños en el uso de la tecnología, pero es evidente que hay cosas que, como adultos, se nos escapa y estamos frente a una realidad: los menores acceden habitualmente a Internet y a sus contenidos. De hecho, el acceso a Internet de menores de edad es masivo y, cada vez, se produce a edades más tempranas.
En este contexto, es imprescindible abogar por una buena educación digital y, combinarlo, con un buen uso de herramientas de control parental que nos faciliten la ardua tarea. Con un único fin: velar por la seguridad de los hijos.
La tecnología sirve de mucha ayuda a los menores a la hora de estudiar, realizar búsquedas de información, curiosear acerca de sus inquietudes o, simplemente, contactar con sus amigos de una forma más cómoda y habitual.
Pero, la tecnología también tiene un lado oscuro que alberga muchos peligros para los que hay que estar preparado y, con estas edades tan tempranas es difícil que lo estén: contenidos violentos o vejatorios, contacto con desconocidos, acoso… etc.
El control parental “es una herramienta que permite a los padres controlar y/o limitar el contenido a los que sus hijos puedan acceder a internet desde sus dispositivos, ya sean ordenadores, móviles o tabletas.
Una forma cómoda y sencilla para proteger a los hijos de las posibles amenazas que estos puedan sufrir en sus diferentes dispositivos móviles”.
Cuáles son las ventajas de uso de herramientas de control parental
Son muchas las ventajas que presentan las herramientas de control parental siempre y cuando se haga un buen uso de ellas. Algunas de estas ventajas son:
- Limitan el acceso a contenidos inapropiados según la edad de los hijos.
- Permiten la opción de limitar el tiempo de uso de los dispositivos móviles.
- Incorporan la posibilidad de realizar un seguimiento de la actividad en el dispositivo móvil.
- Ofrecen, al menor, un entorno seguro y la posibilidad de lanzar una alerta en caso de peligro.
- Además, también velan por la tranquilidad de los padres o responsables de los menores.
- Contribuye en la educación digital de los más pequeños.
- El uso se puede adaptar a las verdaderas necesidades acorde a la edad de los menores.
En ningún caso, deben usarse para coartar la libertad de los hijos. El uso responsable de las herramientas de control parental también debe ser parte del compromiso que adquieran los adultos en el uso de las mismas.
Por ejemplo, con Confidant permitimos a los usuarios activar las funciones de supervisión solo en situaciones de emergencia, es decir, si el hijo manda un SOS o si le llaman más de 2 veces y no responde a las llamadas. Así cuando el hijo ya es más mayor y ya ha tenido una primera fase de educación en la que la supervisión era necesaria, los padres pueden seguir teniendo una herramienta para velar por su seguridad, respetando al máximo su privacidad y su libertad.
Cómo funciona las herramientas de control parental
Con un funcionamiento sencillo e intuitivo, las herramientas de control parental están diseñadas para velar por la seguridad de los pequeños así como para facilitar su educación en un entorno imposible de controlar.
Algunas acciones que puedes hacer a través de las herramientas son:
- Control web y de aplicaciones: podrás adaptar el uso del dispositivo a las necesidades reales de tu hijo. Impidiendo el acceso a contenido no apropiado.
- Bloqueo de llamadas: podrás editar los números de llamadas entrantes, impidiendo llamadas de números no deseados o desconocidos.
- Tiempo de uso: podrás regular el tiempo de uso del dispositivo para contribuir a la educación digital de tu hijo y evitar que pase horas y horas en el dispositivo.
- Registro de actividad: si así lo acordáis, se puede generar un registro de actividad que informe sobre el uso de aplicaciones, visitas web, ubicaciones, etc.
- Aviso de SOS: podrás recibir una alerta si tu hijo está en una situación de peligro.
- Geolocalización: podrás identificar la ubicación del dispositivo a tiempo real si fuera necesario.
Estas no son todas las funcionalidades que incluyen las herramientas de control parental pero sí las más comunes y prácticas.
El uso de herramientas de control parental no debe sustituir la comunicación y las conversaciones sobre la importancia de hacer un buen uso de Internet. Explícale a tu hijo o hija porqué hay contenidos inapropiados a su edad, cuéntale que Internet ofrece muchas cosas positivas pero que, también, presenta determinados peligros. Háblale sobre los nuevos términos como el grooming o el ciberbullying y explícale en qué consisten. Y, sobre todo, si decides emplear una herramienta de control parental hazle partícipe y no la muestres como algo con lo que ejercer el control sobre él o ella, sino como algo preventivo que le ofrecerá seguridad y bienestar.